viernes, 27 de agosto de 2010

El autoritarismo de un Gobierno que persigue a los medios y pone en riesgos la democracia

La embestida del Gobierno contra los medios no tiene límites, ni disimulo. Mientras desde la oposición intentamos generar leyes que permitan mayor transparencia y pluralidad en los medios, trabajando en iniciativas como la de publicidad oficial -que tiene el objetivo de crear reglas claras para su distribución, a los efectos de que no sea utilizada para favorecer o perjudicar a los medios según su relación con el Gobierno- desde el oficialismo intentan cerrar el círculo de la información atentando contra los medios que no son adictos al poder de turno y contra la misma Constitución Nacional (CN). En un claro accionar de ataque contra la principal materia prima de los medios gráficos, que es el papel y con una decisión completamente autoritaria, la presidente Cristina Fernández de Kirchner anunció que denunciará judicialmente al diario La Nación y Clarín para investigar la compraventa de papel prensa y enviará al Congreso un proyecto para regular y controlar la producción de papel para diarios. Con esta medida pretenden condicionar el trabajo de los medios independientes en un claro ejemplo de coartar la libertad de prensa, iniciando un proceso de degradación y exterminio de la democracia. Pero no es la única, de la misma manera que en Venezuela, el presidente Hugo Chávez, manda a cerrar canales de televisión y radios, en la Argentina la presidente Cristina Fernández, a través de una resolución de la Secretaría de Comunicaciones dispuso la caducidad de la licencia de Fibertel, proveedor de Internet perteneciente a CableVisión del Grupo Clarín. Pareciera ser que el Gobierno castiga a quienes no piensan igual que ellos, y en esta arremetida no les importa avasallar los derechos de los argentinos constitucionalmente adquiridos. Mucho menos pensar que con estas iniciativas pone en serio peligro la continuidad de una democracia plena, que gran trabajo nos constó recobrar. Desde la Coalición Cívica hacemos pública nuestra postura en defensa de la libertad de prensa y expresión porque respetamos a quienes piensan igual que nosotros y a quienes no y entendemos que esa es la forma de construir una democracia real. No estamos a favor de los intereses de un determinado grupo empresarial mediático que en numerosas ediciones criticó el accionar e iniciativas de la Coalición Cívica, sino de todos los medios que existen en la Argentina. Queremos garantizarles a todos por igual los insumos necesarios para poder desarrollar libremente su derecho a trabajar y por otro lado permitirle a la ciudadanía gozar de su derecho de informarse de manera veraz. En esta lucha la Coalición Cívica junto con los principales bloques de la oposición presentamos diversos proyectos para anular la medida del Estado contra Fibertel, porque no compartimos y nos oponemos a estos mecanismos nefastos de control que propone la presidente. Por otra parte estudiamos los antecedentes del expediente 44 y analizamos el informe del fiscal de Investigación Administrativas, Ricardo Molina referidos a papel prensa y nos dimos cuenta que la intención inicial de su conformación fue buena, la idea era que la Argentina comenzara a fabricar el papel de diario para evitar la importación y que pudiera tener mayor libertad y menor costo. Estamos convencidos que hubo una manipulación y tergiversación de los hechos históricos por parte de la presidente, y ello quedó demostrado en las cartas publicadas por Isidro Graiver y la hija de David Graiver donde desmienten cualquier tipo de presiones para la venta de papel prensa. Asimismo consideramos una jugada mentirosa de la presidente al intentar hacer creer a la ciudadanía que existió la posibilidad de delitos de lesa humanidad, cuando en ningún momento hubo presión o violación a los derechos humanos según expresan sus protagonistas. Somos concientes que los medios de comunicación masiva tienen gran influencia en la población pero nos parece abominable pensar que fuera una excusa mas que suficiente para intentar acallar sus voces y controlar la diversidad de pensamiento y opinión. Por otra parte nos preocupa ser víctimas de las decisiones de un Gobierno que agoniza y que en su desesperación por salvarse toma medidas que los hunden aun más, pero que mientras producen un grave daño político, económico y moral a los argentinos.

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